¿Nos ayuda el cardio en ayunas a quemar más grasa corporal?

Seguro que has oído una y otra vez la típica frase de: “si quieres quemar grasa lo mejor es hacer cardio en ayunas” y la verdad es que, quemar grasa, quema, pero no es lo ideal para este fin y en este post vamos a explicar el por qué.

Uso del tejido adiposo como energía

Mucha gente piensa, y parece lógico, que si haces cardio en ayunas fuerzas al cuerpo a usar la grasa como energía ya que, en teoría, las reservas de glucógeno deberían de estar bajas, al igual que los niveles de insulina, porque venimos del ayuno nocturno y desde el inicio se usaría la grasa como combustible.

Pero no, nuestro organismo no funciona exactamente así. La grasa está almacenada en forma de triglicéridos y para usarlos debemos movilizar la grasa, o lo que es lo mismo, romperla en tres ácidos grasos y una molécula de glicerol y dicha ruptura la ha regulado la hormona HSL (Hormona Sensible Lipasa).

Una vez liberados los triglicéridos, se asocian a la proteína albúmina y se transportan por el riego sanguíneo hasta llegar a un tejido donde puedan ser utilizados, bien como energía o bien de nuevo como tejido adiposo (grasa). Para que se usen como energía deben entrar en las mitocondrias celulares mediante una enzima llamada CPT y ser usados como “combustible”.

 


La realidad del cardio en ayunas: movilización y utilización

Es cierto que el cardio en ayunas produce mayor movilización (ruptura) de grasa de los adipocitos respecto al cardio después de comer, pero la clave aquí es que el factor limitante real de la quema de grasa es la utilización, no la movilización.

También se han observado mejoras en la respuesta a la insulina, la hormona que regula la cantidad de glucosa presente en la sangre, con tan solo dos semanas de entrenamiento.

Según afirman diversos expertos, el HIIT es sin duda mejor para quemar grasa, y además mejora nuestra resistencia. Para que lo entienda de manera sencilla, aquellos que abogan por usar esta técnica creen que la quema de grasa será mayor y más duradera durante el resto del día, a diferencia del ejercicio cardiovascular tradicional, del que solo obtendríamos beneficios en el momento de llevarlo a cabo.

 

Leer más