Hola Hola. La nueva curiosidad del día de hoy: ¿Tenemos un plato favorito antes de venir al mundo?. ¿Te has hecho esa pregunta alguna vez?
Aunque pueda parecer extraño, lo cierto es que la memoria gustativa empieza a formarse desde el útero. Durante el embarazo el feto recibe los aromas influidos por los hábitos y gustos de la madre.
Al final del segundo mes de embarazo, se forman las papilas gustativas. En la semana doce, el feto comienza a tragar. En el último trimestre, el hábito de succión se adapta incluso al sabor del líquido amniótico.
Por lo tanto, las experiencias de sabor prenatales sí influyen en nuestros gustos futuros. De hecho, un estudio realizado por una bióloga estadounidense, Julie Mennella, lo demostró a partir de la inclusión de las zanahorias en la dieta de mujeres embarazadas o lactantes en comparación con otras que no lo hicieron.
Cuando los bebés pudieron incorporar alimentos sólidos, se les dio una papilla de gachas de avena cocinadas unas veces con zumo de zanahoria y otras con agua.
El resultado fue que los que ya conocían el sabor de las mismas, mostraron menos gestos negativos que los que no.
Por tanto ¿Tenemos un plato favorito antes de venir al mundo?
La conclusión: Cuanto más sana y más variada es la alimentación de las embarazadas y de las madres lactantes, más abiertos a los sabores y menos complicados son los hijos con la comida.
¿Qué te parece este dato?. Cuéntanos en la casilla de comentarios.
Hasta la próxima 🙂
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